La Orden del Cluny
En el período carolingio se intentó renovar la Orden Benedictina, pero fue recién con la reforma del año 910 al fundarse el monasterio de Cluny que se imprimió un nuevo carácter a la la orden, pero insistiendo en la austeridad y piedad prescriptas por la Regla de San Benito.
A través de esta amplia reforma se concretó la renovación monástica francesa y europea durante los siglos X y XI.
No había poder feudal o de obispo alguno sobre la nueva abadía que dependía directamente del Papa.
IMAGEN: JEAN CLAUDE GOLVIN |
El abad era elegido de forma totalmente
autónoma por los monjes. Esta autonomía, junto con una serie de abades muy
notables, hizo posible el florecimiento de Cluny.
Su desarrollo fue inmenso y los gobernantes civiles de todos los reinos prestaron su ayuda para concretar la reforma.
Así, la orden llegó a contar con 1.184 monasterios, repartidos por toda Europa occidental. Así el abad de Cluny se
convirtió en una de las personalidades más influyentes de la cristiandad.